Métodos para acabar con las malas hierbas

Métodos para acabar con las malas hierbas

MÉTODOS PARA ACABAR CON LAS MALAS HIERBAS

Métodos naturales para acabar con las malas hierbas

Las malas hierbas no solo dejan el césped más feo, sino que si no se controlan se extenderán y acabarán ahogando las hierbas más delicadas y el césped acabará desigual y lleno de manchas al igual que un tratamiento con herbicidas que llega tarde. Las malas hierbas también debilitan el césped porque utilizan su agua y nutrientes, a parte, suelen hospedar distintos tipos de plagas.

Si siegas de forma repetida, aumentas la probabilidad de eliminar la mayoría de las malas hierbas, ya que éstas se debilitan con el corte repetido en cuanto el césped se vuelve más robusto y se esparce mejor con las siegas continuas.

Un tratamiento adecuado que mantiene el césped con un crecimiento sano y vigoroso a lo largo del año es la mejor defensa, es decir, suministrando nutrientes, regando y cortando a menudo y a la altura adecuada. Un prado denso y sano no deja espacio para que germinen malas hierbas. Asimismo, es inevitable que salgan malas hierbas ya que el viento y los pájaros se encargan de diseminar semillas.

No hay un modo ideal para luchar contra las malas hierbas y el tratamiento depende de si son anuales o perennes, dónde se encuentran, la época del año y el estado del suelo.

Los herbicidas deben ser usados con cautela y son muy útiles, pero no la única forma de eliminar las invasoras. Hay otros métodos igualmente efectivos, más naturales y menos caros de controlar la mayor parte de malas hierbas del jardín.

El arranque manual es un trabajo lento y aburrido y debería ser reservado para aquellas plantas que deben ser eliminadas individualmente, como por ejemplo las que están pegadas al tallo de alguna planta del jardín.

Mulching y herbicidas químicos

Mulching: a pesar de no ser muy practicado, el mulching es bueno para un jardín en diversos aspectos. Es una capa de materia orgánica extendida sobre el suelo de parterres y demás sitios dónde la tierra quedaría expuesta, que a parte de proporcionar mejores condiciones de crecimiento a las plantas, también es muy útil para suprimir las malas hierbas, ya que inhibe su crecimiento.

Antes de aplicarlo, se deben arrancar todas las malas hierbas y escarificar el suelo. Puedes utilizar la corteza de pino, la turba, el compost orgánico o recortes de césped.

Herbicidas químicos: utilizados con precaución, los herbicidas químicos pueden ahorrar mucho tiempo y esfuerzo sin afectar de forma negativa al césped ni a las plantas cultivadas. Hay diversos tipos de herbicidas y es necesario conocer cómo actúa cada uno antes de ponernos a aplicarlos en el jardín.

Los herbicidas, de una forma básica, se pueden clasificar por herbicida de contacto, herbicida sistémico y luego si es de persistencia residual o no. Cada uno actúa de una forma distinta y sirven para una tarea específica.

Los herbicidas de contacto matan a la hoja que tocan, pero si no son residuales no se extienden al sistema radicular y la sustancia química no persiste en el suelo para seguir matando semillas de las malas hierbas que aún no germinaron. Estos pueden ser selectivos o no, es decir, pueden matar solo determinado tipo de plantas, como es el caso de las de hojas ancha o a la de hoja estrecha.

Los herbicidas sistémicos se aplican sobre la planta, se absorbe y al ser traslocado a otras zonas de la planta a través del floema puede afectar a zonas de ellas sobre las cuales el producto no cayó al tratarla, como es el caso de las raíces. Trabajan con mucha lentitud pero matan la planta entera. También pueden ser selectivos o no.

Los herbicidas residuales también se aplican directamente en el suelo para impedir la germinación de semillas y permanecen activos por muchos meses.

Acuérdate siempre de pulverizar en días tranquilos, sin viento y sin previsión de lluvias, lavar bien el pulverizador después del uso y antes de tirar los restos de recipientes y botellas debes aclararlos varias veces.